¿Dónde estás cuando esas noches de verde claro,
de mediodías distantes,
de voces que alentan el tiempo,
de derrumbe de precipitadas nieblas,
escucho dulces melodías,
mecidas en cumbres de pájaros, cielos, mares?.
Hace tiempo que amarilis, glicinas y magnolias
acompañan y mantienen vivo mi corazón
en mi pequeño jardín de destierro.
Por las angostas calles de la palabra,
el rostro de la paz,
había sellado su canto,
había vestido de luto su blancura.
Sí amigo,
la muerte a veces retrocede,
y sus yertos tajos,
dan paso a esa doliente luz que es la vida.
Sí querido amigo,
la muerte a veces,
es demasiado pequeña
para contener sus cadáveres.
de mediodías distantes,
de voces que alentan el tiempo,
de derrumbe de precipitadas nieblas,
escucho dulces melodías,
mecidas en cumbres de pájaros, cielos, mares?.
Hace tiempo que amarilis, glicinas y magnolias
acompañan y mantienen vivo mi corazón
en mi pequeño jardín de destierro.
Por las angostas calles de la palabra,
el rostro de la paz,
había sellado su canto,
había vestido de luto su blancura.
Sí amigo,
la muerte a veces retrocede,
y sus yertos tajos,
dan paso a esa doliente luz que es la vida.
Sí querido amigo,
la muerte a veces,
es demasiado pequeña
para contener sus cadáveres.
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VICENTE PRADA GÓMEZ
*Cuadro: "Después de la fiesta" . Miguel Oscar Menassa