martes, 12 de octubre de 2010

LOS MUERTOS NO CONOCEN EL FILO DE LA SEPARACIÓN


Encuentros y desencuentros,
tiempo donde las miradas se
separan,
los muertos no conocen el filo
de la separación.

Hombres cuyos espíritus
permanecen vivos en la ausencia
hombres derrotados antes de nacer
hombres que estamparon su nombre
sobre corazones errantes,
todos, sentados a la misma mesa,
desencanto, humor, tristeza, ironía.


La muerte alza su voz
malvada y sonriente,
implacable y soberbia,
anhelos en la penumbra,
pasiones vestidas de luto,
oscuros rencores
tocando dulces melodías.
No hay salida: los muertos no regresan.


Al alba, cuando el sol brille sobre
sus miradas
y la muerte se aleje entre lágrimas,
esos hombres lavarán sus manos
calzarán sus pies
y volverán a caminar
entre las sombras de sus deseos.


*Cuadro: "Creciendo entre las sombras" de Miguel Oscar Menassa.

domingo, 21 de febrero de 2010

VIENTOS BLANCOS, ELEVADOS PENSAMIENTOS


VIENTOS BLANCOS, ELEVADOS PENSAMIENTOS



Remad hasta quedar sin fuerzas y, ahí,
Comprenderéis el motivo de mi pasión.
Un hombre debe tener los pies a la altura
de los pies.
Miguel Oscar Menassa


Ha triunfado otro ay y contra nadie.
César Vallejo

Enamorado de la vida,
mirada limpia, azul turquesa,
sonríe al futuro con la fuerza del presente
y dice a sus hermanos:
Observad la inmensidad del océano
que se abre ante nuestros ojos,
navegaremos sobre él
en una pequeña balsa
empujada por vientos blancos y elevados
pensamientos,
arribaremos a puertos lejanos,
donde innobles hombres
bajo túnicas negras
nos mostrarán cadáveres sombríos
que exclamarán nuestro nombre en vano.

El camino será largo, angosto,
daremos emoción al espíritu
y nuestros cuerpos se embriagarán
del frescor de las mañanas estivales.

Pondrán a nuestros pies
vestidos con sandalias de rutas desconocidas
inmensas fortunas, perfumes voluptuosos,
ricos marfiles y corales,
para que nuestras bocas griten
lo que ellos quieren oír.

Serpientes de cascabel silbarán
encantos de mujer
que pondrán trémula nuestra carne.

Quiméricos dioses nos enseñarán con alegría
el destino en un paraíso,
decorado de tapices y de fragancias inconcebibles.

Y en esa inmensidad que nos rodea y perturba
“remad hasta quedar sin fuerzas y, ahí,
comprenderéis el motivo de mi pasión”.

Aprender de los sabios que posan su mano
sobre el hombro para decir:
“Ha triunfado otro ay y contra nadie”,
amado hombre sencillo que cae y ya no llora,
vuelo insondable alrededor de la galaxia,
roca dinamitada por falsos ideales,
turbulencias del corazón amado,
“un hombre debe tener los pies a la altura de
los pies”.




VICENTE PRADA GÓMEZ
*Cuadro: "Esperando el comienzo" de Miguel Oscar Menassa



sábado, 16 de enero de 2010

TODAS LAS MUJERES QUE ALGUNA VEZ LLEVARON TU NOMBRE


Dulces sonrisas coronan su boca
entre infinitos pétalos de blancas miradas.
Manos que interrogan el corazón
que ha recorrido la sombra de su alma,
de su vida,
de sus cantos y sollozos,
de esas lágrimas como perlas,
escurriéndose por las rendijas de la puerta.

Sí mujer,
mujer de encendidos labios de rosas de
arrebol,
de suaves ojos de lujuria
expresan deseos con cuerpo de palabra
entregados a temblorosos pensamientos,
dibujados sobre papel de incertidumbres
olvidadas.

Mujer vestida de inocencia,
engalanada de sutiles aromas de primavera.
Mujer vehemente, comprometida,
como el río con su cauce
en busca de azules océanos de libertad..
Mujer guerrera que baila la victoria
y también la derrota,
que mira a la muerte
entre sábanas de pasión.
Mujer sembrada entre mil versos de amor.

Sí. Mujeres todas que alguna vez llevaron tu nombre.



VICENTE PRADA GÓMEZ
*Cuadro: El Invierno de los mil colores. Miguel Oscar Menassa.